Técnicas para enfriar y temperar el vino
Uno de los problemas más comunes a la hora del servicio del vino (ya sea en el hogar o en el restaurante) es la falta de tiempo para poner el vino a su temperatura ideal de servicio. Estamos de acuerdo que sería un sacrilegio servir aquel costoso Champagne millesimé a la temperatura del salón comedor (pensando que se encuentre cálida); o al contrario, olvidamos sacar el Cabernet de Napa Valley (un vino tinto intenso y tánico) del refrigerador y servirlo demasiado frío al momento de su consumo.
Por estas razones te proporcionamos algunos consejos para enfriar o temperar el vino y servirlo a la temperatura ideal para aprovechar al máximo sus características organolépticas.
No olvides echarle un vistazo a nuestro post de la temperatura ideal de servicio del vino.
Enfriar el vino: La mejor manera de enfriar el vino es introducirlo en el frigo durante un par de horas. De esta manera el choque térmico es menor y los aromas no serán inhibidos.
El método rápido: Sumergirlo en una hielera midad hielo, mitad agua y llegará a temperatura ideal después de 15 minutos. Será un poco más rápido si agregamos sal a la hielera. Ojo, no sirve de nada que la hielera contenga únicamente hielo, el agua es uno de los mejores conductores de la temperatura y de esta forma toda la superficie de la botella entrará en contacto con el agua fría, ayudando a bajar la temperatura del vino más rápido.
Otro método que podemos aplicar para evitar el hielo es introducir el vino al congelador, después de 10 minutos estará listo, pero no lo olvides, porque al cabo de una hora, el vino se congelará y si es un espumoso explotará.
Último recurso: Agregar un par de cubos de hielo a la copa y retirarlos después de 30 segundos para evitar que se diluya el vino. Cubos de hielo de plástico que se pueden re-congelar es la mejor opción ya que no diluyen el vino.
Si utilizamos los métodos rápidos para enfriar el vino, el choque térmico es mayor y corremos el riesgo de inhibir los aromas, haciendo poco expresivo el vino.
Temperar o chambrear el vino: el término chambrear viene del francés “chambre” que significa habitación. En Francia, normalmente las cavas donde almacenan el vino se encuentran en el sótano o fuera de la casa llegando a temperaturas muy bajas, algunas veces a los 0°C. En este caso, el objetivo es calentar el vino hasta llegar a la temperatura de la habitación (de la chambre) entre 16 y 20°C.
Para lograr esto, lo ideal es, nuevamente, dejar que el vino alcance su temperatura poco a poco, una hora en el salón comedor será suficiente. Trasvasar el vino, decantarlo o servirlo directamente en las copas ayudará significativamente a que el vino se tempere, pero cuidado con los vinos longevos ya que corremos el riesgo de sobre oxidarlo.
Método rápido: Envolver la botella con un lito o servilleta de tela y dejarla bajo el chorro de agua caliente durante 5 minutos.
Último recurso: Servir el vino en las copas y calentarlo con las palmas de las manos.
Cualquiera de estos métodos para temperar o enfriar el vino será más rápido o lento dependiendo de la temperatura a la que se encuentre el vino al momento de enfriarlo o calentarlo. Es decir, un vino blanco que sale de la cava a 12°C bajará a los 8°C al cabo de 5 minutos en agua con hielo, pero si el vino sale a los 18°C entonces tardará entre 12 y 15 minutos para llegar a los 8°C.
Una planeación y prevención con tiempo serán el mejor método para servir el vino su temperatura ideal de servicio.
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